Marc, tu diseño proyectaba un espacio abierto que emanaba serenidad, mediante mobiliario en tonalidades neutras. ¿En qué te inspiraste para su creación?
Para crear mi espacio colaborativo, me inspiré en las necesidades que han surgido tras la pandemia. Quería transmitir lo que para mí sería un entorno perfecto en el que trabajar, sentir la libertad mediante espacios amplios y abiertos, y la serenidad a través de un entorno rodeado de naturaleza. Todo ello mediante materiales naturales como la arcilla de las paredes, elementos curvos y los colores neutros del mobiliario escogido.
¿Qué te motivó para participar en el concurso?
El planteamiento del concurso me gustó mucho. Soy seguidor de la marca y sus diseños, así que inmediatamente me atrajo la idea de crear un espacio colaborativo con diseños de Viccarbe y ver hasta dónde podía llegar con mi creatividad y conocimientos.
¿Qué querías transmitir con tu diseño colaborativo?
La idea era crear un lugar que transmitiese calma, serenidad y armonía en un espacio físico. Pude conseguirlo mediante el uso de formas geométricas entrelazadas con elementos naturales y el uso del mobiliario colaborativo de Viccarbe como de punto de unión entre estos elementos, ayudando a aportar calidez y confort, vital para completar el espacio.
¿Qué productos de Viccarbe escogiste y por qué?
Escogí diferentes colecciones de Viccarbe para el proyecto. Para el hall elegí la icónica bancada Common de Naoto Fukasawa, el sofá Season diseñado por Piero Lissoni y la mesa auxiliar Marteen de Victor Carrasco, elementos idóneos para esta zona de encuentro gracias a su sistema modular que hace que se adapten perfectamente a la estancia. Para la zona de reunión utilicé la mesa Trestle de John Pawson y la silla Quadra de Mario Ferrarini, ya que con sus acabados aportaban la ligereza y calidez que necesitaba para convertirlo en un rincón armonioso. Para finalizar, ubiqué en la zona de trabajo otra mesa Trestle, esta vez en versión triple y en color negro. Ésta iba acompañada de la silla Funda de Stefan Diez, una pieza que me gusta por su innovador proceso de producción que fomenta la economía circular. En el área destinado al descanso, la butaca Nagi de Tomoya Tabuchi y la mesita Eli eran las claras protagonistas ya que aportan un extra de comodidad que necesitaba esta estancia.
Escogí estas colecciones y no otras ya que eran los que más me ayudaban a materializar la idea que quería transmitir con el espacio y a su vez me permitían tener un hilo conductor y un equilibrio entre los elementos.
¿Qué sentiste cuando el jurado, compuesto por Marc Krusin, Kensaku Oshiro y Victor Carrasco, te proclamaron ganador?
Sentí una gran satisfacción personal y alegría, no solo por ser nombrado 2º finalista, si no por el hecho de que unos diseñadores de la talla de Marc Krusin, Kensaku Oshiro y Victor Carrasco habían dedicado parte de su tiempo para analizar, calificar y valorar positivamente mi proyecto. Es algo que no suele ocurrir todos los días.
¿Algún diseñador de referencia?
Me intente basar en los diseños de Viccarbe que más me transmiten esa serenidad que quería conseguir con mi propuesta, así como los del diseñador Naoto Fukasawa o Tomoya Tabuchi.
¿Qué pieza de Viccarbe elegirías para charlar con Naoto o Tomoya?
Las que utilicé en mi proyecto: la bancada Common y la butaca Nagi.
¿Qué consejo le darías a los futuros participantes?
Que dediquen tiempo en interiorizar el objetivo del concurso y preparen su propuesta entorno a ello. Que se paren a pensar y analicen como sería realmente ese espacio para ellos, que cualidades tendría que cumplir y encontrarlas entre los diseños de Viccarbe. A partir de ahí, dar rienda suelta a la imaginación y empezar a crear el espacio.
