Con un diseño monocromático en tonos blancos y negros, este apartamento de tres habitaciones situado en el corazón de Hong Kong combina formas rotundas con piezas minimalistas para ensalzar la luz natural de cada estancia. Cada detalle ha sido especialmente pensado para lograr un ambiente equilibrado, realzando la expresión sutil de la luz natural del espacio.

Mobiliario con personalidad y texturas ricas añaden profundidad, mimetizándose para resaltar las sombras y siluetas de este oasis de sofisticación.